SOULACK
SOULACK
SOULACK es una obra atípica, que surgió en una pequeña ciudad medieval de Inglaterra, en una época en la que el mundo era muy diferente al actual, aunque es hoy cuando su mensaje parece encajar mejor en nuestra realidad presente.
Se trata sencillamente de un cuento, narrado con la naturalidad de una historieta para niños, pero dirigido exclusivamente a los adultos.
Nos relata la aventura de un pequeño personaje que toma vida en las manos de un viejo desesperado a quien redime de su depresión, devolviéndole la esperanza gracias al impulso vital que le transmite a lo largo de una extraña relación.
La obra invita a una introspección por algunos territorios de nuestra conciencia por los que alguna vez hemos transitado los adultos, cruzando –sin embargo– por escenarios externos que el lector reconocerá, pues confluyen en la encrucijada global que nuestra especie humana sufre en los inicios de este Tercer Milenio.
¿QUIÉN ES CUCOX?
CUCOX es el seudónimo elegido por el autor para firmar esta obra. Resulta de una combinación de sus iniciales (CUC), con la palabra “buey” (“OX” en inglés), raíz del nombre de la ciudad donde fue escrita (Oxford).
Cucox es un profesional de la producción audiovisual, actividad que le ha permitido viajar por nuestro planeta y vivir experiencias dignas de ser compartidas, por cuanto invitan a la reflexión sobre nuestro propio modelo de vida, en una «aldea global» en la que, mientras unos lanzamos misiones espaciales para encontrar agua en Marte, otros han de sobrevivir recorriendo diariamente largas distancias para llenar un cubo del mismo líquido-elemento.
SOULACK
EL ORIGEN DEL LIBRO
Las tinieblas en la portada de este libro reflejan el caos que los mortales podemos llegar a albergar en nuestro interior en determinados itinerarios de esta apasionante experiencia que es la vida.
Y el destello que aparece en su parte superior es la respuesta que vuelve a iluminar nuestros días a todos aquellos que mantienen viva la fe, a la espera de un cambio de ciclo.
Fue una noche, cuando en el vacío existencial de mi propio derrumbe —abatido y desalentado— el destino enfocó para mis ojos un trozo de papel, conteniendo el siguiente mensaje: “La hora más oscura es la que viene justo antes del amanecer”.
Así fue para mi suerte, que pude reanudar venturosamente un largo camino hasta hoy, en que deseo divulgar el testimonio de aquella bendita experiencia, siguiendo la luz que tintineaba en el fondo de aquella oscuridad, que fue disipándose tras de mí a medida que avanzaba.